CMFW: Elisa Palomino, Ailanto y Lemoniez

La magia ha envuelto la pasarela de Cibeles Madrid Fashion Week por unos momentos con el desfile de Elisa Palomino que se ha inspirado en la belleza del mundo de las hadas para crear una colección llena de estampados florales y rejillas en las mangas. 

También se ha podido apreciar cierta reminiscencia oriental gracias a las mangas japonesas, los bordados y el rojo. Otro colores predominantes han sido el dorado, los tonos tierra y neutros que se mezclaban a la perfección con el fucsia y el azul cyan.

Pero lo que más ha llamado la atención han sido los tocados, creados para cada diseño y que parecían esculturas sobre las cabezas de las modelos.

Elisa Palomino tras el desfile.

Tras diez años en Cibeles, Iñaki y Aitor Muñoz, responsables de Ailanto, se han posicionado como una de las colecciones más importantes dentro de la semana de la moda.

El duo de diseñadores permanecen fieles a su estilo y mantienen como fuente de inspiración el arte centrándose en artistas de la talla de: Mourice Denis, Édouard Vuillando y Pierre Bonnanrd. Sin embargo, dentro de sus diseños se puede ver cierta influencia a uno de los grandes mitos de la danza moderna: Pina Bounch.

En esta colección, Ailanto juega con el color, que es el elemento unificador de sus propuestas, y con los estampados, tan característicos de la firma y es donde encontramos las referencias pictóricas.

Al final del desfile, hemos visto pasar algunos vestidos de estilo lencero con superposición de tejidos en distintos colores que daban moviendo a cada prenda.

 Iñaki y Aitor Ruiz saludando a cada una de las modelos al finalizar el desfile.

A ritmo de heavy metal han ido saliendo las propuestas de Lemoniez: vestidos y faldas hasta la rodilla, blanco nuclear, lazos y poco escote, es decir, una imagen aparente de niña buena.

Aunque Lemoniez es de esos diseñadores que o te apasiona o te es indiferente, hay que admitir que sus creaciones siempre se caracterizan por su patrón impecable y por su buen diseño, y esta colección no ha ido la excepción.

El blanco impoluto se ha visto roto por lazos en turquesa, fucsia o marrón; aun que tambien hemos podido distinguir vestidos con estampados geométricos. Todas estas propuestas las he podido ver tras las bambalinas.